jueves, 23 de julio de 2015

Descubriendo: "Yo veo lo que tú no ves". Para entender el autismo.

1980-1981  Bolígrafo y cera sobre papel, 21 x 29,7 cm © Prinzhorn Collection. University Hospital Heidelberg

"Yo veo lo que tú no ves. Una gráfica del autismo" es el título de la exposición que puede visitarse en el espacio "Caixa Forum" Madrid hasta el 20 de septiembre. 
La muestra supone una aproximación a la diversidad y la excepcionalidad creativa de las personas diagnosticadas de Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). La exposición reúne un conjunto de obras de artistas con TEA de la asociación alemana AKKU, junto a trabajos de personas con TEA de nuestro país.
La forma de ser y de ver el mundo de las personas con TEA difiere de las conductas que se entienden como normales por mayoritarias. En realidad, son individuos extraordinarios en el sentido más puro del término: están fuera del orden que consideramos común. 
Algunos de los rasgos más habituales del autismo y el síndrome de Asperger son la repetición y la fijación-que puede llegar a convertirse en obsesión- de determinadas cuestiones, como el caso del hombre que construye maquetas de ciudades infinitas. Esto responde a la necesidad de buscar referentes y de hallar una forma de estabilidad. En muchos casos, esa fijación va acompañada de una memoria prodigiosa y de una capacidad de imaginación excepcional. Este modo singular de ver las cosas puede traducirse en una atracción por la plástica, por la escritura y el dibujo, por la traducción en imágenes, sensaciones y emociones. Muestra de esta creatividad e imaginación desbordante, es esta exposición. 


El apartado de la exposición "Mírame" recoge la mirada sobre sí mismos y los demás.

La exposición logra reflejar el valor del arte como herramienta de inclusión. El arte se muestra como un camino extraordinario de comunicación, y al mismo tiempo permite a las personas que conviven en el entorno de personas con TEA adaptarse, entender su universo. De esto es un experto uno de los comisarios de la exposición, Miguel Gallardo, porque su hija de 20 años fue diagnosticada de TEA cuando tenía 8. Esto está perfectamente explicado en el cortometraje "El viaje de María" que también puede verse en la exposición. 



Gracias a su profesión, Miguel tardó poco en descubrir que sus dibujos le servían para comunicarse con María. Ella, por su parte, pronto le empezó a pedir más y más dibujos. Tantos, que incluso afectó a su forma de dibujar teniendo que pasar a utilizar un trazo más rápido y sencillo.