sábado, 20 de junio de 2015

La duquesita cuelga el mandil.......



Triste y romántico adiós a "La Duquesita". Esta pastelería situada en la calle Fernando VI abrió sus puertas en 1914. Con 101 años manteniéndose igual de coqueta, ha cerrado sus puertas y los vecinos ya no pueden disfrutar de los evocadores aromas a anguilas de mazapán, buñuelos, o "soconuscos" (pasteles de chocolate que toman su nombre del lugar de México donde en época de Cervantes se obtenía el mejor cacao)

A través de los comercios antiguos podemos adentranos en otra época de Madrid. Un Madrid que se ha ido, pero que pervive en el paisaje. La decoración apenas había cambiado; su nombre lucía en letras de oro, las vitrinas de cristal exponían los exquisitos dulces, mostrador de madera de caoba, y en el interior, observando y escuchando las conversaciones de los ilustres clientes, se alzaba una bonita estatua de alabastro italiano a la que debe su nombre la pastelería. Esta estatua es "mutilada de guerra", ya que sufrió un ataque de un fanático en plena guerra civil española. La estatua sobrevivió, y en la pastelería lucía orgullosa sus cicatrices en cuello, nariz y mano.



En sus primeros años de andadura, esta pastelería contó con clientes tan ilustres como la reina María Cristina, los duques de Medinaceli o Cánovas del Castillo. 

Luis Santamaría, última generación regentando el comercio familiar, cuenta que la cliente que más le impactó fue Concha Piquer.  Pero han sido muchos los clientes que no han podido evitar caer bajo los hechizos de "La Duquesita". En la pastelería podía verse una foto de Almovovar comiendo uno de sus pasteles. 

Quienes me acompañasteis en el paseo por el Madrid Romántico, recordaréis sin duda "La Duquesita". Confieso que muchas veces mirando ese escaparate, viendo esos pasteles y dulces tan minuciosamente elaborados, envuelta en sus evocadores aromas, he entrado y he disfrutado uno de esos dulces como lo hacía cuando era niña. Esperemos que la familia Santamaría, propietaria del negocio, encuentre pronto alguien que quiera continuar haciendo disfrutar a los madrileños de sus deliciosos dulces.